A finales del año pasado Motorola lanzó un mensaje muy claro a la competencia: si queréis competir en gama de entrada, no os va a valer con cualquier smartphone. Ha de ser bueno y el Moto G, como vimos en nuestro análisis, era un excelente contendiente en una categoría donde el precio es uno de los principales factores de compra. La compañía estadounidense, ahora propiedad de Lenovo, vuelve para darnos un nuevo comunicado.
Si con el Moto G ya apretaron las tuercas al resto de fabricantes, bien podríamos decir que el nuevo Moto E es una vuelta más donde el precio y las características se reducen pero dejando claro que es un móvil que quiere durar mucho tiempo tanto por hardware como por software. Especificaciones algo más modestas que aprieta a la gama más económica. Ahora bien, ¿cómo de sólida es la apuesta de Motorola con este nuevo terminal? Demos paso a nuestro análisis para responder a esta pregunta.
Características técnicas del Motorola Moto E
MOTOROLA MOTO E, ESPECIFICACIONES | |
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Dimensiones físicas | 124.8 x 64.8 x 12.3 milímetros 140 gramos |
Pantalla | de 4,3 pulgadas con Gorilla Glass 3 |
Resolución | 540x960, 256 ppp |
Procesador | Snapdragon 200 Dual Core Cortex-A7, @1.2 GHz |
Procesador gráfico | Adreno 302 |
RAM | 1 GB |
Memoria | 4 GB + microSD hasta 64 GB, 2GB hábiles |
Versión | Android 4.4.2 (KitKat) |
Conectividad | Wireless 802.11b/g/n Bluetooth 4.0 LE |
Puertos de expansión | MicroUSB MicroSD (hasta 64 GB) |
Cámaras | 5 Mpx (2592x1944 píxeles) sin Flash. No hay cámara frontal |
Batería | Batería Li-ion, 1.980 mAh |
Acceso a Google Play | Sí, de serie |
Otros | Dual SIM, de formato Micro |
Precio de salida | 119 euros |
Muchos recordarán aquella frase que el tío de Peter Parker le dice a su sobrino unas horas antes de morir. Todo poder conlleva una gran responsabilidad. Vale, no se puede decir que la principal virtud del Moto E sea su poder pero ambos comparten una virtud muy férrea y a veces difícil de mantener: el compromiso. Bien podríamos decir que todo smartphone de gama baja tiene uno de ellos.
Cuando vamos a por un smartphone de poco más de cien euros hay que olvidarse por un momento de la pegatina de la caja. No debemos dejarnos influir por ella pero tampoco podemos negarla. Una importancia justa, equilibrada. Cuando vemos un móvil así tenemos que aceptar un compromiso muy sencillo: te vas a llevar un buen smartphone, pero puede que en algunos aspectos encuentres lagunas.
Si miramos las especificaciones sin más del Moto E vemos que son datos bastante redondos. Nos saluda un procesador Snapdragon 200 que para muchos nos resulta poco conocido ya que lo normal en esta gama es encontrarnos a otros fabricantes como MediaTek o RockChip. El hermano pequeño del 400 que montaba el Moto G.
Miramos con más detalles los aspectos donde más suelen presentar problemas la gama de entrada: la pantalla suena bien y sin ser Full HD ni siquiera 720p no parece un mal panel. La batería está en algo menos de 2.000 mAh. Una cifra razonable teniendo en cuenta que es un móvil pequeño, otros phablets más económicos juegan la baza del tamaño para introducir un poco más de capacidad.
El aspecto más preocupante a simple vista es la memoria interna. 4GB de almacenamiento interno donde sólo 2 están a nuestra disposición. La tarjeta microSD se convierte así en un accesorio indispensable pero tampoco es la panacea a este problema: recordemos que no todas las aplicaciones se pueden mover, de primeras, a la unidad de almacenamiento externo.
La cámara, como siempre, sobre el papel no nos da muchas pistas de su rendimiento. El hecho de que no lleve flash no es una buena señal pero le daremos una oportunidad. Tras repasar los datos, y estar unos días usando el terminal como móvil principal demos paso a su disección. Hola, de nuevo, Moto. Vamos con ello.
Diseño
Motorola ha decidido ser de nuevo consistente en el diseño y mantener las líneas que habíamos visto tanto en el G como en el X. Una ligera curva en el eje vertical de la tapa trasera hace que el terminal se agarre mejor a la palma de la mano. Se ha cambiado el tacto de esta parte del móvil y ahora es más gomoso. Una sensación que se traduce en menos resbalones en la mano.
El círculo donde va el logo de Motorola está un poco menos hundido, aunque sigue siendo un elemento muy importante a la hora de coger el móvil. Eso sí, el diseño hace que más de una vez pongamos los dedos sobre la cámara por lo que las probabilidades de que marquemos el cristal del sensor son bastante altas.
En cuanto al grosor y el peso el Moto E mantiene un buen equilibrio. No busca competir por ser el más fino o ligero y la sensación que transmite en todo momento es que es un móvil que no se despega de la mano. Robusto, no da señales de fragilidad en ningún momento. Cada vez más los móviles pequeños son una buena alternativa a todos los grandullones que pueblan el ecosistema de smartphones Android.
El altavoz se muda de la parte trasera a la frontal. Es cierto que era mucho pedirle un acabado fino y elegante como las microperforaciones del HTC One pero las dos bandas de plástico cromado del frontal son feas. Al menos de este modo no lo taparemos tan fácilmente.
La parte delantera del móvil está bien aprovechada, no hay grandes marcos y aunque de seguro podrían haber apurado un poco más, las proporciones son bastante correctas. Como en los anteriores Moto del año pasado, las carcasas le darán un toque de color bastante necesario ya que el negro es un poco aburrido. Motorola ha sabido mantener su lenguaje visual sin sacrificar nada y siendo fiel a él.
Pantalla
La pantalla también se sacrifica ligeramente en comparación con el G y perdemos algo de luminosidad y resolución. Sus 540x960 píxeles no son una mala combinación con las 4,3 pulgadas ya que la densidad total es de 256ppp. Había que bajar un escalón pero el resultado no es malo.
Se echa de menos unos cuantos nits, en exteriores con luz natural hay momentos donde los reflejos se vuelven bastante incómodos. Con poca luz la lectura es cómoda y los colores se muestran con bastante naturalidad. En los textos, a veces sufre un poco con las tipografías muy finas de color negro sobre fondo oscuro.
Moto E sube el listón de la pantalla en esta categoría
Aún con esto tiene una pantalla de más calidad que muchos terminales de gama baja. La respuesta es táctil y aunque se echan de menos los píxeles, especialmente si venimos de un móvil con más resolución, no es un aspecto que penalice mucho. Motorola ha sabido recular sin sacrificar demasiado un aspecto que resulta importante.
No alcanza el nivel del Moto G, él sí que nos sorprendió, pero está por encima de la media en este apartado. No vais a encontrar grandes problemas pero a poco que afinéis la vista veréis que es imperfecta. Sé que no es justo comparar así pero os animo a coger cualquier móvil de cien euros, mirar la pantalla y volver a este. La diferencia es palpable.
Rendimiento y autonomía
Como decíamos en la presentación de las especificaciones técnicas, Moto E no es un smartphone especialmente potente. Un paso atrás que no sacrifica ni compromete el rendimiento que va a ofrecer. Aquí han sido honestos con nosotros y han apostado por componentes más baratos pero manteniendo aspectos que deben ser ya básicos en cualquier terminal que de verdad quiera ser competitivo.
Es fluido y mueve todo con agilidad. En momento puntuales hemos comprobado que puede tardar unas fracciones de segundos más al abrir documentos o aplicaciones con algo de peso. Eso sí, la respuesta en general es rápida en puntos tan importantes como el encendido de la pantalla o la navegación a través de los diferentes menús.
MOTO E | MOTO G | DROXIO A47 | ZOPO ZP998 | BQ AQUARIS 5HD | |
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AnTuTu | 12.254 | 16.978 | 13.804 | 24.937 | 14.117 |
Quadrant | 5.140 | 7.329 | 3.934 | 16.375 | 4.084 |
Epic Citadel | 49,5 fps de media / High Perfomance | 57,2 fps de media / High Performance | 59,4 fps de media / High Performance | 40,6 fps de media / High Performance | 66 fps de media / High Performance |
Vellamo | 1.213 | 1.898 | 1.439 | 1.906 | -- |
Pi Benchmark | 545 milisegundos | 363 milisegundos | 562 milisegundos | 264 milisegundos | 557 milisegundos |
Los datos corroboran nuestra hipótesis: un rendimiento correcto que no es puntero pero que es más que suficiente para el usuario de a pie. Las barreras que nos pone son bastante lejanas y están más ligadas a su escasa memoria interna que a la capacidad de su procesador y chip gráfico. Hemos probado aplicaciones de todo tipo, además de juegos, y no hemos visto ningún fallo garrafal.
En cuanto a la batería nos encontramos con 1.950 mAh, sellados, que nos garantizan sin ningún problema aguantar un día dándole un uso intenso. En ningún momento se me ha hecho necesario tener que pasar por el cargador o acudir a una batería externa. Cumple bien, sin lucirse eso sí.
También hay que tener en cuenta el tipo de uso que vamos a hacer con él. Cuando tenemos un tope de gama con pantalla Full HD dan auténticas ganas de ver películas y aprovechar pantallas más grandes. Aquí el Moto E cumple pero no es un dispositivo que nos incite a exprimir el apartado multimedia salvo para momentos muy cortos y eventuales.
Software
Una de las promesas de Motorola, que de momento ha cumplido con los modelos anteriores, es que siempre estaremos actualizados a la última versión de Android. El Moto E viene de serie con Android 4.4.2 KitKat y apenas personalización por parte del fabricante, algo que personalmente agradezco.
Pocas aplicaciones adicionales que resultan bastante útiles. Por un lado tenemos dos conocidas: una app de migración para pasar información de un terminal a otro y Assist, para configurar cuando estamos dormidos o reunidos y no queremos que nos molesten. Dos extras que aportan valor y no son unos meros consumidores de espacio en la memoria.
Luego tenemos dos caras nuevas: una radio FM como las que ya hemos visto en otras ocasiones. Nada espectacular, necesitaremos unos auriculares para que funcionen, cumple con su cometido. Luego tenemos otro añadido llamado Alarma. Un servicio de emergencia que nos permitirá avisar a los contactos que seleccionemos cuando pase algo grave. Es cierto que para las dos existen alternativas en Google Play pero se agradece que vengan de serie.
Motorola introduce lo justo y necesario, no hay espacio para mucho más tampoco
La gestión de Dual SIM se realiza según los ajustes de Android y Motorola no introduce ninguna herramienta. Una gestión sencilla que nos permitirá cómo queremos usar cada tarjeta. Es cierto que ninguna de las aplicaciones supone un gran valor adicional pero el compromiso de estar siempre actualizado compensa con creces la existencia de extras que siempre podemos bajar por nuestra cuenta.
Cámara
Cuando en la lista de especificaciones vimos que la cámara frontal no presentaba flash, nos veíamos venir que este iba a ser el apartado más flojo del terminal. Ya pasó con el Moto G pero aquí el salto hacia atrás se nota más. El mayor problema no lo encontramos en el sensor, que es algo justo, sino en el software de procesado de las imágenes.
El Moto E tiene la fea tendencia de reinterpretar los píxeles para desenfocarlos y dar un aspecto de papel pintado algo tosco. Lenta en el enfoque, se agradece el modo HDR y poder controlar la exposición manualmente pero este es sin duda el talón de Aquiles del terminal. Veamos algunas imágenes hechos con él.
Como se puede apreciar en la imagen la cámara detecta muy bien los colores y los diferentes contrastes. Una foto correcta, sencilla que demuestra que la respuesta es buena si seleccionamos una toma favorable. Sin embargo, como se puede apreciar en el recorte de la derecha se difuminan los píxeles, aunque no es la imagen donde más se nota.
Foto de interior con luz natural. Un buen ejemplo de cómo difumina los píxeles y no termina de enfocar al objeto. Se diferencia bien entre figura y fondo. Muestra bien los colores pero el desenfocado le da un cierto aura que no se estaba buscando.
Intento de macro donde apenas se aprecia el desenfoque. De hecho la columna farola de la derecha tiene como un cierto halo blanco que da a entender que hay una iluminación de apoyo. Los detalles de la farola los difumina un poco dando un efecto de papel pintado poco realista.
Foto de interior con luz artificial directa. Desenfoque generalizado. EN la parte oscuras se pueden observar los detalles que no se pierden. Se aplana un poco el volumen de la mesa que es ligeramente abombado. Foto correcta sin más.
Intento de foto nocturna en Gran Vía con coches en movimientos y varias luches. Muchos desenfoques que demuestran que la cámara del Motorola Moto E no se lleva bien con las luces artificiales. Al menos el contraste es bueno y muestra bastantes detalles en las partes oscuras.
Un claro ejemplo de por qué el procesado de imagen que hace el Motorola Moto E puede dar malos resultados. Bien en el color, mostrando bastante riqueza de detalle pero los pelos del perro quedan completamente desenfocados haciendo que se pierdan detalles. Los únicos que se aprecian mejor son los de la nuca.
El aspecto más sacrificado que nos permitirá hacer fotos rápidas pero con resultados bastante mejorables. Veremos si con alguna actualización futura porque a priori parece que el problema está en el software de procesado. El enfoque tiene que mejorar ya que a veces es difícil atinar con la aplicación por defecto que introduce Motorola.
La cámara frontal brilla por su ausencia. Algo que echo de menos para las videoconferencias y no tanto para los autorretratos. ¿Realmente hubiera encarecido tanto el coste del terminal introduciendo este elemento? Creo que cada vez es más difícil justificar que se quede fuera del conjunto de especificaciones.
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Algo más que un terminal económico, la opinión de Xataka Android
Motorola se atreve a seguir bajando especificaciones para lanzar un terminal muy competitivo donde se sacrifican dos aspectos que no son vitales pero sí importantes en muchos casos. El usuario medio no quiere estar haciendo malabares moviendo aplicaciones de un sitio a otro o modificando su terminal para poder pasar más a una tarjeta microSD.
Con las fotos puede quedar contento pero hay móviles en esta gama de precio que son un poco mejores. Por lo demás tenemos un terminal muy atractivo, solvente y que servirá a todos aquel que quiera un smartphone con garantías. Eso sí, a día de hoy merece la pena invertir un poco más e ir a por el Moto G: mejor pantalla, cámara y procesador. Motorola ha ajustado muy bien el precio pero su siguiente escalón bien justifica hacer el esfuerzo económico.
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